Este año la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas, a través de su Unidad de Glaciología y Nieves, dio a conocer el Inventario Público de Glaciares 2022, en el cual se catastraron 26.169 cuerpos de hielo en todo el país, de los cuales 10.301 se encuentran en la región de Aysén.
La importancia de la región albergando dichas reservas estratégicas de agua dulce, de enorme valor paisajístico y que son parte del patrimonio ambiental de la humanidad, motivó a la DGA a abrir en 2021 una Unidad Regional de Glaciología y Nieves en Aysén, enfocada principalmente en el monitoreo de peligros glaciológicos, como por ejemplo, las crecidas de lagos glaciares y su eventual efecto sobre la infraestructura pública como ha ocurrido en el sector del río Exploradores.
Héctor Cortés, director regional de Aguas de Aysén, comentó que la Unidad Regional de Glaciología y Nieves ha estado realizando diversos trabajos para recolectar datos de los glaciares regionales, mediante la instalación de nuevos puntos de monitoreo y la mantención de las estaciones glacio-meteorológicas existentes y la habilitación de otras nuevas. Detalló que recientemente el equipo hizo un levantamiento geodésico de la zona de ablación del glaciar Exploradores, comuna de Aysén, es decir, donde existe pérdida de masa del glaciar mediante un láser terrestre (Lidar) junto con registrar los datos de las balizas y de la estación allí ubicada, complementada por un levantamiento fotogramétrico mediante el uso de drones.
Jorge O’Kuinghttons, jefe de la Unidad Regional de Glaciología y Nieves de la DGA, agregó que acabaron de terminar campañas de mantención de estaciones glaciológicas tanto en Campo de Hielo Norte como en Campo de Hielo Sur, instalando una nueva estación en el sector alto del glaciar San Rafael. Además de otros trabajos de campo tales como el levantamiento de perfiles geodésicos de alta precisión en una transecta Oeste-Este en ambos Campos de Hielo, para lo cual el equipo DGA debió transitar en forma pedestre longitudinalmente estos imponentes cuerpos glaciares, registrando información que ayuda a determinar las variaciones volumétricas de estas importantes reservas de agua.
Fondos regionales
El director regional de Aguas de Aysén, también explicó que el “Programa de Protección y Transferencia de Información de Glaciares en la provincia Capitán Prat” del Gobierno Regional de Aysén, financiará la construcción de obras de monitoreo en el frente glaciar Jorge Montt, en la comuna de Tortel, por lo que el equipo de glaciología se trasladó al lugar para buscar la mejor ubicación donde emplazar dicha infraestructura. Desde ese lugar la DGA podrá realizar periódicamente mediciones geodésicas en detalle mediante tecnología de punta, empleando un láser terrestre estático, con el fin de comparar los cambios en superficie del glaciar Jorge Montt en periodos de tiempo determinados.
A su vez, O’Kuinghttons informó que se instaló un sensor de nivel en la descarga del glaciar Calluqueo, ubicado a los pies del cerro Cochrane, conocido también como monte San Lorenzo. Este instrumento es la primera etapa para habilitar una estación fluviométrica en el lugar, que permita la recolección de datos para analizar la transformación y la pérdida de volumen del glaciar en el contexto del cambio climático, mediante la cuantificación de variaciones de caudales en el punto de control.
Por último, mencionó que está pendiente la mantención de la estación del Lago HPN4, en el borde del glaciar Steffen (Campo de Hielo Norte), cuyos datos desde hace dos años se utilizan para alertar a la población a través de la ONEMI sobre eventos de vaciamiento abrupto de este lago, fenomeno conocido por su sigla en inglés como GLOF (Glacial Lake Outburst Flood). Las descargas de este lago han inundado hasta con 1,5 metros de altura casas en el valle Huemules. Allí se hará el cambio de un sensor de nivel del lago, con apoyo de especialistas de trabajo vertical en roca.
“En la región de Aysén hay varios casos de ocurrencia de GLOFs. El hielo de las zonas laterales del glaciar se derrite, formándose lagos que aumentan en número y volumen con el paso del tiempo. Como esos cuerpos de agua están embalsados por hielo, terminan por vaciarse de forma abrupta (GLOF), generando inundaciones aguas abajo, pudiendo afectar a la población y la infraestructura pública”, puntualizó O’Kuinghttons.