Más de 700 personas de ocho regiones del país participaron en las actividades del Programa de Acompañamiento de Organizaciones de Usuarios que ejecutó la Dirección General de Aguas del MOP con la colaboración del Laboratorio de Análisis Territorial de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile.
El programa, realizado entre agosto de 2023 y marzo de 2024, cerró su ciclo con una evaluación respecto a las 4 líneas de trabajo desarrolladas, identificando las oportunidades de mejora para implementar la segunda versión.
El foco del programa fue fortalecer el funcionamiento de las organizaciones de usuarios de aguas para hacer frente a los desafíos actuales en la gestión del agua, como los efectos adversos del cambio climático y el aumento de la demanda del agua por el crecimiento demográfico y productivo.
Rodrigo Sanhueza, director general de Aguas del MOP, indicó que “con esta primera versión del Programa de Acompañamiento de Organizaciones de Usuarios hicimos el esfuerzo de brindarles asesoría técnica, tal como lo establece la reforma al Código de Aguas. Es importante fortalecer estas organizaciones, porque son las que en definitiva ejercen la distribución de las aguas entre sus integrantes”.
Rodrigo Fuster, académico y director de Investigación de la Universidad de Chile y director del Programa de Acompañamiento de Organizaciones de Usuarios, valoró el trabajo conjunto entre la DGA y la U. de Chile para mejorar la gestión de recursos hídricos. “La Universidad de Chile lleva años de investigación en temas de agua, pero también en el desarrollo de capacidades y metodologías, pensando en comprender lógicas de gobernanza que pueden llevar a hacer de la gestión del agua un mejor trabajo”.
Al respecto, Nicolás Ureta, jefe del Departamento de Organizaciones de Usuarios de la DGA, añadió que “para la elaboración del contenido del programa se consideró la experiencia de las y los funcionarios de la DGA y la aplicación de las normas, pero también se incorporaron los hallazgos resultantes de las últimas investigaciones desarrolladas por la academia en estas materias”. Agregó que “la gestión y la gobernanza del agua es un proceso que requiere confianza, que las personas se conozcan, requiere identificar las necesidades de las personas. No basta con que el servicio público y la universidad vayan a los territorios y les digan lo que tienen que hacer, sino que tiene que haber un proceso de conversación y, en virtud de esas necesidades, ponerse al servicio de los usuarios”.
El encuentro de cierre, se realizó de forma híbrida para permitir la participación desde regiones, con los profesionales involucrados en el programa, tanto de la DGA como la U. de Chile, directivos de ambas instituciones, así como comuneros y comuneras que participaron en algunas de las actividades del programa.
Líneas de acción promovieron la participación ciudadana
Durante el encuentro, Ana Karina Palacios, coordinadora general del Programa de Acompañamiento de Organizaciones de Usuarios por parte de la U. de Chile, presentó los objetivos, las líneas de trabajo, las organizaciones de usuarios con las cuales se logró sostener un trabajo conjunto, y los principales resultados obtenidos.
Se trabajó con usuarias/os de diversas zonas del país en base a cuatro líneas de acción. Una enfocada en mujeres dirigentas de Arica a Magallanes, con un curso de formación de directoras de Organizaciones de Usuarios con enfoque de género, como un espacio de intercambio de experiencias de en el cual se les entregaron herramientas técnicas y legales que permitan contribuir al desarrollo de sus labores en las organizaciones. Este curso se impartió con la colaboración del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia.
Andrea Berrocal, presidenta de la Comunidad de Aguas del Canal Chile Chico, participó del curso y comentó que “lo más valioso fue que a todas mis compañeras yo las sentí mucho más fortalecidas al cierre de esta instancia de formación. Creo que es imprescindible esto dentro de las organizaciones de usuarios, sobre todo el rol de la mujer, potenciarlo desde la institución, ya que dentro de las comunidades es menospreciado y la verdad es que nosotras como mujeres tenemos grandes fortalezas”.
La segunda línea de trabajo se dividió en tres áreas, la primera destinada a fortalecer el funcionamiento, a través de un modelo de participación ciudadana, de dos comunidades de aguas subterráneas de la región de Valparaíso: Petorca Oriente y Estero Los Ángeles; y una comunidad de aguas superficiales de la región de O’Higgins: Canal Peralino. En las 35 actividades presenciales que se realizaron con dichas organizaciones, participaron 336 personas en total; también se llevaron a cabo encuentros con directorios y líderes, y talleres de sensibilización de usuarios.
“El programa llegó en un minuto en que la comunidad de aguas del Canal Peralino había estado inactiva por mucho tiempo. Entonces, el programa nos cayó como anillo al dedo, porque sirvió para poder reactivar la comunidad y, por sobre todas las cosas, el poder motivar a la gente a ser parte de la comunidad”, afirmó Leslie Lara, usuaria de la comunidad de aguas del Canal Peralino.
La Línea 2B consistió en generar una base de datos nacional, robusteciendo el sistema de información de organizaciones de usuarios. Para esto se trabajó en la integración de bases de datos e información disponibles en la DGA de manera de poder contar en el futuro con una plataforma de consulta y gestión de datos de las organizaciones de usuarios, lo que constituye una herramienta fundamental para el proceso de toma de decisiones de dichas entidades.
En la Línea 2C se trabajó en materia de gobernanza y gestión integrada de recursos hídricos en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Biobío y Araucanía. Los objetivos en este caso consistieron en convocar, coordinar y facilitar encuentros participativos y actividades de capacitación en estas materias para usuarias/os de las cuencas de Choapa, Aconcagua y Biobío. El proceso incluyó tanto la preparación de los talleres adaptados a las distintas cuencas, la ejecución de éstos y finalmente la sistematización de todas las instancias, que en total sumaron cerca de 200 asistentes.
La tercera línea estuvo focalizada en Sectores Hidrogeológicos de Aprovechamiento Común (SHAC) en las regiones de O’Higgins, Los Ríos, Los Lagos y Magallanes para generar registros de comuneras y comuneros con información actualizada de quienes tienen derechos de aprovechamiento en dichos SHAC. Asimismo, se buscó propiciar la participación efectiva de usuarios en la conformación de las respectivas Comunidades de Aguas Subterráneas (CAS).
Para el levantamiento se revisaron de forma presencial los registros de nueve Conservadores de Bienes Raíces de las diferentes comunas asociadas a los SHAC Estero El Rosario, Río Bueno Medio, y Punta Arenas, identificando al conjunto de usuarias/os y resultando roles de usuarias/os actualizados para cada sector, lo que constituye un insumo fundamental para iniciar los procesos de conformación de las respectivas comunidades de aguas subterráneas. Asimismo, se realizaron visitas al territorio para ubicar a actores clave que pudiesen apoyar el programa de fortalecimiento de las organizaciones de usuarios.
La cuarta y última línea de trabajo, ejecutada en colaboración con el Centro Internacional de Economía Social y Cooperativa de la Universidad de Santiago de Chile, consistió en la facilitación de procesos participativos, representativos del territorio, en la cuenca del Aconcagua, región de Valparaíso y el SHAC de Río Bueno Medio, en las regiones de Los Ríos y Los Lagos. Esto permitió que las y los usuarios que participaron logren dimensionar y comprender la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los SHAC, y estén actualmente trabajando en conjunto con miras a organizarse de manera formal como comunidades de aguas subterráneas. Previo a las actividades en los territorios, el equipo del Departamento de Organizaciones de Usuarios participó de una serie de capacitaciones para adquirir herramientas para la facilitación y el desarrollo de metodologías participativas para llevar a cabo los encuentros con los usuarios en los sectores señalados.
El programa de Acompañamiento de Organizaciones de Usuarios tuvo una gran adaptabilidad a las características de cada territorio, haciendo que las actividades fuesen cercanas y pertinentes a comuneros y comuneras; promovió la participación ciudadana y su alcance motivó la organización de la comunidad para mejorar la gestión del agua, demostrando que el trabajo colaborativo entre las instituciones y las y los actores territoriales fortalecerá, sin duda, el funcionamiento de las organizaciones de usuarios de aguas.