Tras fiscalizar en febrero de este año el humedal situado entre el estero Bitsch y el Barrio Industrial en la ciudad de Punta Arenas, la Dirección Regional de Aguas del MOP Magallanes cerró el proceso sancionatorio de fiscalización resolviendo que sí hubo afectación a la calidad de las aguas de este ecosistema que está inventariado por el Ministerio de Medio Ambiente.
La directora regional de Aguas, Lorena Olivares, indicó que fue la detección de malos olores en un sector de la ruta 9 norte donde se ubica el humedal, lo que motivó la inspección en terreno y posterior apertura de un proceso sancionatorio de fiscalización por parte del Servicio a su cargo.
Olivares expuso que “durante la inspección en terreno se verificó la existencia de un cauce natural denominado estero Bitsch, el cual presentaba un escurrimiento superficial y constató la existencia de una cámara de alcantarillado, operada por la empresa sanitaria Aguas Magallanes S.A. que, producto de una obstrucción, rebalsó y afectó la laguna adyacente”.
En la inspección se observó que el humedal presentaba un tabique, dividiéndolo en dos cuerpos de agua, y uno de ellos con gran acumulación de espuma densa, aspecto duro y de color. La directora regional de Aguas, explicó que “ante dicha evidencia, como DGA estimamos necesario comprobar una presunta infracción en materia de actos u obras que deterioren la calidad de las aguas”.
Como parte de la investigación, la DGA tomó muestras aguas en distintos puntos, cuyo análisis indicó que la laguna presentaba parámetros anormales. En tanto que, la muestra obtenida aguas arriba del incidente, en el estero Bitsch, presentaba altas concentraciones de hierro total y manganeso total, las que serían características del estero.
A su vez, Aguas Magallanes también realizó un muestreo de las aguas, el cual dio como resultado la presencia de sustancias tales como sangre, grasa orgánica y elementos, argumentando la empresa que estos últimos causaron la obstrucción del sistema.
De acuerdo al procedimiento, la DGA Magallanes notificó el acta de inspección de terreno a la empresa sanitaria Aguas Magallanes S.A., la cual presentó como descargo que se habrían ejecutado acciones en terreno para investigar la causa junto con las reparaciones necesarias, activándose protocolos para atender la emergencia. La sanitaria agregó en su defensa que los elementos que produjeron la obstrucción de la red de alcantarillado y el rebalse de aguas servidas, no son propios del sistema de recolección.
Si bien el proceso sancionatorio de fiscalización de la DGA determinó que hubo “actos u obras que deterioran la calidad de las aguas”, y ello constituye una infracción al Código de Aguas, este Servicio MOP no pudo sancionar a Aguas Magallanes, puesto que la cámara de alcantarillado no está emplazada en un cauce natural, por lo que queda fuera del ámbito de acción de la DGA.
“Como DGA estamos siempre dispuestos a fiscalizar las denuncias de la comunidad y a actuar por iniciativa propia ante eventuales infracciones al Código de Aguas; sin embargo, tenemos un marco para actuar. Por eso es importante la labor fiscalizadora de otros servicios públicos, así como también, que la comunidad usuaria de las redes de recolección domiciliaria de aguas, se abstenga de verter sustancias contaminantes y elementos contundentes por los desagües, y de usar los cauces como botaderos de basura”, concluyó Olivares.
